miércoles, 31 de julio de 2019

Las dríades son infinitas, tantas como número de árboles en la Tierra



Se ha pensado durante mucho tiempo que los árboles albergan espíritus dentro de bosques y bosques arbolados en todo el mundo. Las dríadas son tales espíritus, miembros de las deidades menores conocidas como ninfas en la mitología griega. Existen únicamente para vigilar y cuidar el árbol con el que nacen y, en casos excepcionales, arboledas y otras criaturas. Las dríadas siempre son hembras y generalmente habitan en robles, aunque también se pueden encontrar dentro de fresnos, pinos, álamos, manzanos y laureles.

Las dríadas se consideran diosas menores y mortales que tienen una vida excepcionalmente larga, pero están profundamente y sobrenaturalmente conectadas a los árboles que llaman hogar, y están limitadas al espacio del árbol o al bosque en el que crece. Si el árbol muere, entonces el la dríada podría morir junto con ella, lo cual es una vulnerabilidad trágica que los dioses reconocen. Si un mortal causa la muerte, entonces ese mortal generalmente es castigado a menos que intente hacer las paces o apaciguar a la Dríada. Las dríadas también protegen traviesa y ferozmente sus árboles, y los mortales harían bien en no actuar tontamente alrededor de cualquier árbol habitado o protegido por una dríada.

Podría haber un número infinito de dríadas, tanto como el número de árboles en la tierra misma. Cuando son vistos por los mortales, a menudo aparecen como mujeres increíblemente bellas que son jóvenes pero que tienen una extraña sensación de atemporalidad antigua con sus gestos y expresiones.

Origen

Una dríada nace con un vínculo con un árbol en particular y comparten la vida excepcionalmente larga del árbol con el que están unidos. Hay varios grupos de dríadas con diferentes orígenes. Los Meliai provienen de la sangre del Urano castrado cuando se derramó en la tierra. Se cree que las Oreiades son las hijas de los Dactyls y Hekaterides, y las generaciones posteriores provienen de la unión de las Oreidades y los Satyrs. Otras dríadas simplemente nacen de los bosques o los árboles mismos.

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