miércoles, 18 de septiembre de 2019

El gato era un animal muy venerado para los antiguos egipcios.


El gato es un animal, ciertamente desconcertante, cuyos orígenes se remontan al Antiguo Egipto. En esa cultura fue donde más se llegaron a venerar en grandes estatuas. Los egipcios conocían sus capacidades, esos poderes mágicos de los que hoy vamos a hablar.


El gato es un animal que parece haber sido diseñado para estar junto a los seres humanos. Estas pequeñas criaturitas parecen ser intermediarios entre esta realidad de las tres dimensiones con otras realidades que desconocemos. Parecen un puente para interconectar este mundo y el más allá. Sus ojos son como sensores capaces de ver y detectar cosas que nuestros sentidos limitados no nos permiten.

En egipcio la palabra gato se traduce como Miw ="gato" y que viene a significar lo mismo que "ver". Los egipcios colocaban estatuas de gatos en la entrada de sus casas para impedir la entrada de espíritus malignos. La imagen del gato era utilizada como protección contra fuerzas oscuras porque decían que podían verlo absolutamente todo. No hay más que ver sus ojos con una capacidad de adaptación a las diferentes tonalidades de luz: ven en la oscuridad y su campo de visión es mucho más amplio que los humanos. Es de 200º mientras que los humanos le tenemos solo de 180º.

Ellos no enfocan bien de cerca. Es como si sus ojos estuviesen diseñados para ver a largas distancias. La visión de los gatos es más borrosa cuando hay más luz y más nítida cuando cae la noche.Cuando hay oscuridad sus pupilas son redondas, cuando hay luz se vuelven verticales.

Quienes introdujeron el gato como animal doméstico en Europa fueron los griegos. Otros estudiosos en cambio, difieren con esta teoría de los griegos y nos dicen que en realidad fueron los comerciantes fenicios quienes trajeron a los gatos a Europa. Está claro que en ninguna otra cultura se les llegó a dignificar tanto como en Egipto. En Egipto si matabas a un gato eras sentenciado a muerte. Cuando un gato fallecía era momificado y se celebraba una ceremonia con cánticos. Enterraban a un gato momificado junto a varios ratones embalsamados en su viaje al más allá.

En el siglo VI durante una de las batallas entre egipcios y persas ambos ejércitos se estaban preparando para la guerra. Los arqueros egipcios se disponían a lanzar sus flechas. Los persas para defenderse colocaron una línea defensiva con gatos y los egipcios fueron incapaces de disparar. Se retiraron del campo.

La diosa Bastet representada con cabeza de gata. Gobernaba la ciudad de Bubastis en el Delta del Nilo. Bastet era una diosa felina que simbolizaba la protección del hogar y también el sentido maternal de protección hacia los hijos.

1 comentario:

  1. Muy entretenido el artículo, sabía que los gatos eran animales sagrados en el Antiguo Egipto, pero nada acerca de sus dones ocultos.

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