El Yin y Yang es un símbolo que nace del taoísmo y que describe
las dos fuerzas fundamentales opuestas pero complementarias a la vez y que residen
en todas las cosas existentes.
Yin; representa el principio femenino, la tierra, la pasividad,
la absorción y la oscuridad.
Yang; es el principio masculino, el cielo, la luz y la actividad.
Son dos fuerzas opuestas, pero no del todo ya
que dentro de cada uno reside un poco del otro, es decir estas dos fuerzas no pueden
existir el uno sin el otro.
Como sabemos estamos rodeados de energías que oscilan permanentemente
entre los dos polos denominados Yin y Yang. Algunos de estos polos pueden estancarse
y afectar de forma directa y dañina nuestra energía Qi dando paso a presentar diversos
síntomas como dolencias, trabas económicas, problemas emocionales, estrés,
falta de concentración…etc.
Si prestamos atención a nuestro hogar encontraremos lugares
donde nos sentimos más cómodos o relajados y otros lugares donde notamos el
ambiente denso y esto se debe a que la energía está estancada o desarmonizada.
Gracias al Feng Shui podemos detectar y corregir estas
situaciones de desequilibrio que tenemos dentro de nuestro hogar.
Cierra los ojos y entra en cada estancia de tu casa y si
tienes la sensación de desgana, melancolía, depresión o falta de actitud es
posible que esa estancia tenga un exceso de energía Yin y debas introducir energía
Yang. Si en cambio las emociones que te produce esa estancia son de
nerviosismo, irritabilidad, ansiedad o descontrol es posible que haya que
reducir la energía Yang a dosis favorables.
Reduce las energías con los colores fríos como el gris,
azul, blanco, plateado o colores pasteles ya que estos colores aportan energía Yin
y dan tranquilidad, paz y armonizan la estancia.
Los colores cálidos irradian energía Yang como el rojo, el
naranja, amarillo, fucsia que aportan vitalidad, acción, fuerza.
En el Feng Shui se aconseja que los objetos descoloridos,
sucios o simplemente deteriorado por el tiempo deban ser desechados ya que
emanan energía Yin desagradable y descontrolada.
Los dormitorios, baños, zonas de meditación o trabajo es
mejor siempre que su ambientación sea de energía Yin. Por lo contrario, la
cocina, el salón, los pasillos y el recibidor su tendencia debe ser de energía
Yang. Balcones y jardines debes equiparlos con un 50% de Yin
Otra de las cosas que pueden ser nocivas y excesivas entorno
a nuestras energías es el volumen de mobiliario lo mejor es ni mucho ni poco y
evitar los huecos oscuros ya que la energía no fluye y se estanca con facilidad.
Una de las reglas más importantes del Feng Shui es que los espejos no estén enfrentados
y que no haya objetos de punta ya que esto hace que la energía rebote de una
forma agresiva.
El Feng Shui nos da la posibilidad de recuperar la armonía en nuestra casa, ayudándonos aprovechar al máximo los beneficios que nos aportan las energías siempre de una forma equilibrada y sana.