Para fortalecer la memorización de un acontecimiento,
sentimiento, suceso, etc., hay que comenzar por:
1. Filtrar las ideas irrelevantes que acuden a nuestra mente
y separar lo “accesorio” de lo “importante”.
2. Eliminar, asimismo, la información innecesaria que
“contamina” la capacidad de memorizar.
3. Agregar contexto al aprendizaje, es decir, sumar datos y
detalles (esenciales o accesorios, según el caso), a aquello central que
necesitamos recordar.
Por ejemplo, cuando se ve a una persona por primera vez,
observar algún rasgo físico o de carácter para recordarla.
4. Mantener una buena alimentación: una buena dieta, con una
ingesta de glucosa apropiada, es básica para brindar energía al cerebro. Se
encuentra en dulces, papas, cereales y frutas. Asimismo, son indispensables los
hidratos de carbono.
5. Hacer ejercicio físico. El ejercicio tiene dos aspectos
positivos. Por un lado, porque contrarresta la ingesta calórica y, por otro,
porque favorece la concentración. Así, las personas que hacen ejercicio
descargan energía y mejoran sus capacidades mentales.
6. Aprender a olvidar y a deshacerse de lo inútil. Igual que
si se tratara de una computadora, hay que limpiar el “disco rígido” de vez en
cuando, es decir, borrar datos antiguos.
7. Evite alarmarse si la falta de memoria es
esporádica.Asustarse, estresarse o darle un exceso de importancia a las fallas
comunes de memoria puede provocar más estrés. Las razones más comunes para las
fallas de memoria son el estrés crónico, así como, las preocupaciones
cotidianas, el exceso de actividad y el cansancio.
LA RELAJACIÓN, UNA AYUDA A SU ALCANCE
La relajación produce el efecto contrario, necesario para
rescatarnos de las fallas de memoria normales que produce el estrés.
Es un paso intermedio indispensable para conectarnos mejor
con la experiencia vivida y, a la vez, facilitar la concentración y la
memorización. Asimismo, nos permite superar el automatismo en nuestra forma de
recordación.
Los ejercicios de concentración se basan en establecer una
conexión entre una postura física de quietud con una actividad mental centrada
en un objetivo concreto.
Agitación mental = 0
Para calmar la agitación mental, hay algunas técnicas
sencillas que podemos utilizar : fijar la atención en un objeto, repetir un
sonido, mirar una figura geométrica, oler un perfume, pensar en un recuerdo,
escuchar sonidos para hacer foco luego en el silencio interior. Estos
ejercicios visuales y auditivos nos ayudan a relajarnos y a concentrarnos.
ENTRENE SU CEREBRO
Entrenar el cerebro es una de las mejores prácticas para
mantenerse “en forma” a todos los niveles.
● Memoria: Intente recordar cualquier lista o esquema que se
proponga.
Otras opciones son, por ejemplo, recordar cada cosa que
comió durante el día o aquello que ha leído.
● Visualice:Visualice cada cosa que quiera recordar. Por
ejemplo, si quiere56 recordar el nombre de un perro, visualice cómo es ese
perro: cómo ladra, cómo huele, qué pelo tiene, etc.
● Razone: Razonar e intentar entender algo es la mejor
manera de recordar y fijar ideas para retenerlas mejor y acceder a ellas
posteriormente. También, puede entrenar estos mecanismos con algunos problemas
de lógica e ingenio.
● Realice tareas complejas: Concéntrese en hacer algo
difícil, que le exija poner mucho esfuerzo mental en comprender cada aspecto,
por lo que estará forzando a su cerebro y, a la vez, entrenándolo. Cualquier
actividad que requiera atención y concentración será válida para practicar.
● Construya su “propia tarea cognitiva”: Este punto se refiere
a que, cuanta más educación tenga y más conocimientos adquiera a lo largo de su
vida, sobre todo, desde joven, lo obligará a no acomodarse a los
acontecimientos y situaciones. Todo lo que requiere mayor nivel de actividad
intelectual (en un sentido amplio) ayuda a que el declive físico natural
producido por el paso del tiempo sea menor y más lento.
● Recuerde contraseñas y cifras: Procure recordar todas sus
contraseñas y teléfonos sin ayuda de una computadora o agenda. De esta manera,
estará obligando al cerebro a mantener el hábito de recordar.
● Evite abandonarse: Busque actividades que estimulen y
“pongan a prueba” su cerebro. Si solamente realiza actividades repetitivas,
acabará “abandonándose”.
● Ejercicios fáciles: Ver una película y explicar la trama a
quien no la haya visto. Realizar las cuentas mentalmente en el supermercado y
luego compararlas con el resultado al pagar. Hacer crucigramas y juegos de
palabras.
● Aprenda otro idioma: Aprender un lenguaje desconocido
mejora la calidad de las conexiones cerebrales y retrasa su envejecimiento.
● Aliméntese bien y haga ejercicio: Lo que es bueno para el
cuerpo es bueno para el cerebro: “Mente sana en cuerpo sano”, dice el dicho.
Todos los estudios indican que el ejercicio y una buena dieta son lo mejor que
puede hacer para mantener su mente en pleno rendimiento.
● Lea todos los días un poco. La lectura es una actividad
mental estupenda, accesible y sencilla: ¡no la abandone! Debe obligarse a leer
algo que le interese todos los días (aunque sólo sea 15 minutos al día). Si,
además, puede comentarlo, realizará un doble ejercicio y, por tanto, obtendrá
más beneficios.
● Estar al día e informarse. Intente estar al día con las
noticias. Leer el periódico, ver el noticiero, oír la radio y hablar con la
gente debería ser obligatorio. Al terminar, repáselas.
Ejercicio breve de concentración
Más allá de cuál sea nuestra capacidad personal, la
concentración se activa practicando, cada día, todos los días, todos los años,
toda la vida.
Éste es un ejercicio sencillo para hacer mientras viaja o
sentado en casa y relajado: cierre los ojos y cuente desde 1, sin que nada
interfiera.
Cada vez que aparezca un sonido o una idea que lo
interrumpa, comience otra vez.