Así que me quedé con la intriga de saber cuál era la casa. No había noche que pasara sin escuchar los mismos gritos, así que llegue a la conclusión de que se trataba de algún tipo de evento endemoniado y como tenía que pasar a diario por esos lugares, procure no pensar en ello.
Hasta que un día caminé por el otro lado de la calle y de pronto comencé a escuchar un tipo de ritual, acercándome al sitio hasta que con claridad escuché que repetían: ¡Abandona este cuerpo demonio, ¿Quién eres?, ¡Dime tu nombre!, ¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de este cuerpo!... de pronto escuché la misma voz de hombre gritando maldiciones.
Hasta que un día caminé por el otro lado de la calle y de pronto comencé a escuchar un tipo de ritual, acercándome al sitio hasta que con claridad escuché que repetían: ¡Abandona este cuerpo demonio, ¿Quién eres?, ¡Dime tu nombre!, ¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de este cuerpo!... de pronto escuché la misma voz de hombre gritando maldiciones.
En ese momento me di cuenta de que estaba parado frente a la casa rosita donde prácticamente estaban llevando a cabo un exorcismo, la piel se me puso chinita de miedo, me fui corriendo a mi casa. Fue entonces cuando me di cuenta de dónde provenían aquellos ruidos de miedo, y después de esa noche pasaba corriendo para evitar escucharlos. A los pocos meses la casa del exorcismo la pusieron en venta y ya no supe nada más de los gritos.
Yo tambien hubiera pasado lo mas rapido posible por alli
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