CÓMO MOTIVAR A LOS NIÑOS
Fomentar la motivación es fundamental para educar a un niño, por eso hoy vamos a conocer algunas de las frases con las que ayudaremos a motivar a los pequeños en su día a día.
Muy bien. Yo sé que lo harás; Nuestro hijo entenderá que es capaz de hacer lo que se haya propuesto.
No dudo de tu buena intención, ellos pensarán que son buenos.
“Juan” tiene un alto concepto de ti; entenderán que “Juan” es su amigo y que tiene su confianza.
Si necesitas algo, pídemelo; Podrá verte como un amigo.
Sé que lo has hecho sin querer; cuando le decimos esto a un niño sin llegar a alterarnos, tendrá claro que no repetirá ese acto.
Estoy muy orgulloso de ti; le haremos sentir una gran satisfacción.
Te felicito por lo que has hecho; le generaremos un sentimiento de alegría y de orgullo. Tendrá aún más ganas de mejorar.
Siempre que me necesites, yo te voy a ayudar; estamos demostrándole todo nuestro amor y cariño.
Noto que cada día eres mejor; le provocamos ganas de serlo, de mejorar día a día.
Creo lo que me dices, sé que lo harás; le demostramos que confiamos en él.
No esperaba menos de ti; cuando nuestros pequeños escuchan esto, ven que tienen nuestra confianza tanto en ellos, como en su trabajo.
Puedes llegar a donde tú quieras; tú puedes hacerlo. Ellos se verán capaces de cualquier cosa con nuestra confianza y seguridad.
Seguro que las próximas notas son mejores; le entrarán ganas de estudiar más e ir superándose a sí mismo.
Realmente hay muchas maneras de ir consiguiendo que los pequeños se vayan motivando y vayan entendiendo que tienen nuestro apoyo y confianza y que realmente, son capaces de hacer todo lo que se vayan proponiendo.
Contarles historias y cuentos nunca está de más, siempre teniendo en cuenta la edad, evidentemente.
Es muy importante hacer de la imaginación nuestra aliada, así como contarles nuestras vivencias personales y experiencias.
Que nos vean con actitud positiva es esencial.
Reconocer su esfuerzo y felicitarles cuando intenten algo es totalmente necesario, aunque no consigan el objetivo que se hayan marcado.
Tenemos que explicarles el por qué de las cosas, los motivos por los que tienen que hacerlas. Cuando lo entienden y lo razonan es mucho más fácil que se decidan a colaborar.
Mentalizarlos de lo que tienen que hacer, sobre todo cuando se trata de algo que no les gusta demasiado.
También involucrarlos en las decisiones y que vean coherencia en nuestro comportamiento.
La música es una terapia fantástica y les ayudará a dejar volar también su imaginación.
Debemos darles tiempo para que puedan hacer la tarea que les hemos dado y conseguir que entiendan el error como una oportunidad para seguir mejorando, en vez de como un fracaso.
Y por supuesto, no olvidemos nunca destacar sus cualidades y sus virtudes a menudo.
No dudo de tu buena intención, ellos pensarán que son buenos.
“Juan” tiene un alto concepto de ti; entenderán que “Juan” es su amigo y que tiene su confianza.
Si necesitas algo, pídemelo; Podrá verte como un amigo.
Sé que lo has hecho sin querer; cuando le decimos esto a un niño sin llegar a alterarnos, tendrá claro que no repetirá ese acto.
Estoy muy orgulloso de ti; le haremos sentir una gran satisfacción.
Te felicito por lo que has hecho; le generaremos un sentimiento de alegría y de orgullo. Tendrá aún más ganas de mejorar.
Siempre que me necesites, yo te voy a ayudar; estamos demostrándole todo nuestro amor y cariño.
Noto que cada día eres mejor; le provocamos ganas de serlo, de mejorar día a día.
Creo lo que me dices, sé que lo harás; le demostramos que confiamos en él.
No esperaba menos de ti; cuando nuestros pequeños escuchan esto, ven que tienen nuestra confianza tanto en ellos, como en su trabajo.
Puedes llegar a donde tú quieras; tú puedes hacerlo. Ellos se verán capaces de cualquier cosa con nuestra confianza y seguridad.
Seguro que las próximas notas son mejores; le entrarán ganas de estudiar más e ir superándose a sí mismo.
Realmente hay muchas maneras de ir consiguiendo que los pequeños se vayan motivando y vayan entendiendo que tienen nuestro apoyo y confianza y que realmente, son capaces de hacer todo lo que se vayan proponiendo.
Contarles historias y cuentos nunca está de más, siempre teniendo en cuenta la edad, evidentemente.
Es muy importante hacer de la imaginación nuestra aliada, así como contarles nuestras vivencias personales y experiencias.
Que nos vean con actitud positiva es esencial.
Reconocer su esfuerzo y felicitarles cuando intenten algo es totalmente necesario, aunque no consigan el objetivo que se hayan marcado.
Tenemos que explicarles el por qué de las cosas, los motivos por los que tienen que hacerlas. Cuando lo entienden y lo razonan es mucho más fácil que se decidan a colaborar.
Mentalizarlos de lo que tienen que hacer, sobre todo cuando se trata de algo que no les gusta demasiado.
También involucrarlos en las decisiones y que vean coherencia en nuestro comportamiento.
La música es una terapia fantástica y les ayudará a dejar volar también su imaginación.
Debemos darles tiempo para que puedan hacer la tarea que les hemos dado y conseguir que entiendan el error como una oportunidad para seguir mejorando, en vez de como un fracaso.
Y por supuesto, no olvidemos nunca destacar sus cualidades y sus virtudes a menudo.
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