En los últimos tiempos, si un término se ha puesto de moda en lo que a relaciones personales se refiere, ese es relación tóxica.
1. Dudas de si estás con la persona adecuada. A veces tienes claro que no y otras veces piensas que sí y tienes plena confianza en que conseguiréis que aquello acabe funcionando.
2. Una parte de ti siente que no lograría estar sin él/ella, no concibe su vida sin esa persona al lado, es impensable.
3. Vives la relación desde la necesidad.
4. En realidad hay muchos aspectos y características de tu pareja que no te gustan y le exiges que los cambie para que puedas estar bien a su lado. No aceptas como es al 100%.
5. Te das cuenta de que los mismos conflictos se repiten una y otra vez y vives con una sensación de cansancio cada vez que volvéis a estar atascados en lo mismo.
6. No hay una buena comunicación entre vosotros, que os permita hablar y discutir sobre aquellos puntos de desacuerdo para que lleguéis a un consenso que os ayude a seguir avanzando.
7. Uno de los dos tiene la sensación de que no se puede hablar con el otro, de que no se responsabiliza de su parte.
8. Ha habido rupturas repetidas y reiteradas reconciliaciones (tal vez incluso habéis perdido la cuenta), a pesar de que en ningún caso observas ningún cambio real, o si lo hay, no es suficiente.
9. Sientes que el poder de la relación lo tiene la otra persona y que tú siempre eres quien estás disponible.
10. Aquellos que te quieren no comprenden por qué sigues ahí, si les has explicado tantas veces cosas que son incoherentes e irracionales y que no deberían pasar en una relación de pareja. Tal vez optas por no explicar nada más porque ya sabes lo que te van a decir...
11. Te das cuenta de que te has aislado de tus amigos, que pierdes tu vitalidad, tus ganas y esto hace que poco a poco, vayas cambiando. Cada vez te sientes peor, pero no sabes cómo salir de esta encrucijada
12. Muy a menudo hablas mal de tu pareja y te desahogas con amigos de confianza, esperando que te den la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario