La canalización es una forma de comunicación con otros seres, usualmente de planos superiores. Estos seres pueden ser ángeles, espíritus de la naturaleza, de animales, espíritus de seres queridos fallecidos, demonios o entidades extraterrestres. El canalizador percibe la comunicación e interpreta el mensaje pudiendo escoger para quién va a ser el canal. Si hay un interés por ambas partes, la conexión se realiza y puede empezar la canalización. Las canalizaciones se pueden realizar de diferentes maneras pero no se debe llegar a entrar en trance profundo ni poner a disposición de la entidad el cuerpo y/o la mente.
El canalizador tiene que insistir en conocer el nombre y los orígenes de cualquier ser con el que quiere comunicarse, pues la entidad puede no ser un ser de luz. El canalizador debe discernir por sí mismo el nivel de iluminación de la entidad, y el valor de su información. Algunas entidades sólo tienen el deseo de hablar, otras experimentan sufrimiento debido a que no saben dónde están, quieren ir hacia la luz pero necesitan ayuda para hacerlo, otros son seres oscuros y algunos son seres de la luz y su único deseo es otorgar consejo y paz, sirviendo de guía y orientación sin pedirnos nada a cambio, son guías o maestros ascendidos que están en otra dimensión superior y por ello pueden acceder a información en otro nivel, pues han alcanzado un grado de sabiduría mayor que el nuestro, estando más allá de las dudas y dificultades que generalmente se nos presentan.
Algunas personas tienen como preferente el canal receptor visual y reciben la información a través de imágenes, otras el auditivo y escuchan palabras o frases en su mente, otras en cambio sienten emociones o síntomas en su cuerpo.
Cuando el canalizador no está cómodo con lo que obtiene puede pedir a la entidad que salga y siempre hay que cerrar la sesión después de la canalización.
La persona que ejerce de canalizador debe mantener un especial cuidado de cuerpo y mente, de forma que sus capacidades, psicológicas, mentales y físicas gozen de un buen estado, ya que la recepción y transmisión del mensaje puede darse en un estado de conciencia alterado y realizarse a través de distintos medios psíquicos como mediumnidad, sanación psíquica, escritura automática…
En cuanto a la información proporcionada jamás atentará contra la intimidad de la persona que consulta o de terceros y no debe interferir, condicionar ni venir en forma de órdenes, va dirigida hacia el corazón y proviene del amor, de forma que nunca alentará conflictos o que surjan emociones negativas como ira o rencor. La información puede ser abierta en cuanto a su interpretación, por tanto se puede cuestionar y hay que mantener un juicio racional a la hora de actuar.
Las canalizaciones espirituales deberían usarse en momentos complicados o difíciles y únicamente para conseguir lo imprescindible y necesario que nos permita evolucionar y lograr el propósito del alma.
Las preguntas sobre otras personas sin el consentimiento de las mismas son consideradas no éticas y pueden no tener respuesta si los guías consideran que no es de su incumbencia.
un articulo muy interesante de leer¡¡¡¡ me lo apunto¡¡¡
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