El síndrome de Cotard

La vida de los zombis aparece en muchos lugares y de muchas maneras, solemos verlo en casos de ficción, pero también hay casos reales de rituales vudú, incluso hay una rara enfermedad llamada el síndrome de Cotard o síndrome del muerto andante. Es muy poco frecuente y no se conoce mucho. Los afectados por esta enfermedad creen que les falta una parte del cuerpo o directamente niegan su existencia. 

En los casos más graves, sufren delirios de negación, tanto es esto, que se creen que están literalmente muertos, que su cuerpo ha dejado de funcionar y que son unos muertos andantes o directamente creen que no existen y piensan que todo lo que ven y sucede a su alrededor es producto de su imaginación. 

Sienten que todos sus órganos se han paralizado o incluso piensan que ya no tienen, incluso ni sangre ni cerebro. 

Pueden sentir también que se están pudriendo por dentro incluso pueden oler su cuerpo en putrefacción y sentir hasta los gusanos bajo su piel. 

Los pacientes que creen que ya están muertos, piensan que son inmunes y que nada puede hacerles daño, ni sentir dolor. Esto puede ser peligroso ya que pueden llegar a lesionarse a ellos mismos. 

El primer caso en 1788, una mujer sufrió una parálisis, cuando por fin recuperó el habla le dijo a su familia que ella ya estaba muerta y que la hicieran un entierro, la familia cedió e incluso tuvieron que meterla en un ataúd, aun que con el paso de los días comenzó a quitarse esa idea de la cabeza. 

El neurólogo Jules Cotard descubrió este síndrome y le dio su nombre. 

En 1880 presentó el caso de una mujer, ella afirmaba no tener cerebro, ni órganos, ni nervios. Ella pensaba que iba a vivir para siempre, como no tenía tripas no sentía hambre, la internaron y finalmente los médicos no supieron cómo tratarla y ella murió por no alimentarse. 

Este síndrome puede estar relacionado con depresiones graves, psicosis o esquizofrenia. Se relaciona también con el síndrome de Capgrás, este afecta a nuestra capacidad de identificar a la gente, llegando a pensar que son impostores o dobles. También puede darse por lesiones que hayan afectado a determinadas partes del cerebro como el lóbulo parietal. 

Los pacientes creen que ya no están en el mundo de los vivos porque no son capaces de asociar ni recuerdos ni sentimientos a su entorno. 

Por el momento no han descubierto ningún tratamiento que sea eficaz. Los médicos suelen recetar medicamentos antidepresivos y tratamientos de choque electroconvulsivos. 

Actualmente hay casos de este síndrome por todo el mundo. 

En 1996 un hombre sufrió un accidente de moto, el cual, le produjo lesiones en la cabeza. Cuando recibió el alta su madre se fue a vivir con él a Sudáfrica, el hombre estaba convencido de que había muerto en el hospital y que su madre era un espíritu que le había llevado hasta el infierno. 

En 2003 un chico aseguraba estar totalmente vacío por dentro, decía que había nacido sin cerebro por eso tenía trastorno del desarrollo intelectual, intentó quitarse la vida varias veces porque decía que no le merecía la pena vivir en su estado. 

Hace poco en Colombia una mujer con depresiones pensaba que se estaba convirtiendo en un zombi y sentía como su cuerpo se estaba descomponiendo, pensaba que la vida la había castigado por haber intentado quitarse la vida varias veces.