No busques tanto el que hacer ahora, enfócate en el
equilibrio interno, el deseo del corazón, el enraizamiento, la conexión con la
tierra, el enraizamiento, la parte femenina tuya y también la parte de
concreción y ser en el mundo. Pero sin la exigencia y el castigo que usas hasta
ahora.
Amate, luego al resto. Verifica tu dar y recibir, tus
pensamientos y emociones al dar y recibir. Te va a ayudar tanto el deporte,
como la activación del chi, la energía vital en vos, como la meditación. Por un
lado necesitas activar y sanar el cuerpo a través del deporte aeróbico. Buscate
algo que te de placer y que se puede implementar con facilidad y regularidad.
Sea caminar, correr bici, nadar, cualquier actividad que fortalezca la
capacidad aeróbica. Ocúpate de tu espalda. Suelta primero las cargas que no
quieres más en tu vida.
Haz más espacio en tu vida, para ti, para el espíritu, para
relacionarte con las personas que te hacen reir, hacer cosas divertidas, las
cuales no te sueles permitir normalmente. Date el permiso de ser, de disfrutar,
de experimentar los gustos de la vida sin el juicio constante si eso encaja con
la imagen de quién crees que eres.
Disfruta del camino del ser, incluye en tus planes el
bienestar propio. Obviamente no te vas a olvidar de los demás, siempre los
cuidas, pero se van a sorprender y te van a tener un modelo a seguir si te
ocupas más de ti, porque así enseñas de ejemplo que significa tener las
prioridades en su lugar, saber marcar los límites, establecer fronteras si hace
falta y no ser tan permisivo con sus seres queridos.
Puedes ser firme y amorosa a la vez, date el permiso de
orientar tu propio rumbo en todos los dominios de la vida.
Se tu misma, disfruta, relájate un poco más, tienes toda la
capacidad necesaria. Tienes amigos, tienes de sobra todo aquello que necesitar
para estar y ser plena. Ahora está en ti hacerte cargo, con liviandad, con
aceptación, con amor, paso a paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario