miércoles, 28 de junio de 2017

El mejor estado del ser humano no es estar enamorado… es estar en equilibrio.


¿Por qué son tantas las personas que aún creen que necesitan que llegue esa “persona especial” a sus vidas, para ser felices, completos, para vivir en total plenitud?, ¿porque en ocasiones llega esa persona y nos cambia de tal forma que transforma nuestro mundo en algo completamente nuevo y por qué en muchas otras ocasiones llega, pasa y se va, y no es hasta que se fue, que notamos lo bueno que era en nuestras vidas, pero cuando lo tuvimos cerca no pudimos darnos cuenta de su importancia?, sin duda hay muchos factores a considerar, pero yo creo que algo que se puede aplicar a ambos casos es que tan antagónico sea esa persona en nuestras vidas.
Todos sabemos que los polos opuestos se atraen, eso pasa tanto en la naturaleza como en las personalidades, y en el caso de las personas esto se debe a la forma en que una personalidad puede llegar a complementar a otra, de manera positiva o simplemente obligándola, hace que la otra persona entre en contacto con su polo opuesto y esto a veces lleva a una situación de equilibrio, no es tanto que esa persona que es completamente diferente a nosotros sea tan alucinante o tan irresistible, es más bien que subconsciente-mente notamos que a su lado entraremos en contacto con aquella parte que nos falta y por consiguiente aprenderemos aquello que es desconocido en nuestros mundos interiores o simplemente aquello que necesitamos para encontrar un equilibrio.
Lo más natural psicológicamente hablando sería, buscar a una persona con nuestros mismos gustos, nuestras mismas metas, con una manera muy similar a nosotros en la mayor parte de los sentidos, pero esta persona no será obviamente capaz de ponernos frente a nuestro polo opuesto, por consiguiente esta relación no apoyaría a nuestro equilibrio interno, “solamente cuando una persona  ha encontrado la manera de estar en balance, puede ser feliz sin la necesidad de estar con nadie, o al mismo tiempo con cualquiera”, es por eso que siempre insisto en la importancia de encontrar paz con uno mismo en la soledad, pues estoy convencida de que no hay mejor relación, que aquella que se tiene con uno mismo en verdadera intimidad, en el silencio total, pues es cuando se llega a la comprensión de quienes somos de verdad, es de ahí de donde nace el equilibrio verdadero y duradero, pues viene de nosotros mismos y no de una persona que puede irse y voltear nuestro mundo de cabeza al cerrar la puerta cuando se va.
Es por esto que insisto en afirmar, el mejor estado del ser humano no es estar enamorado, es estar en equilibrio, pues cuando estamos en equilibrio no necesitamos nada ni a nadie, y podemos disfrutar más y mejor de todo lo que nos rodea, dejamos de pretender y adjudicarle a los demás la tarea de convertirse en nuestra felicidad, porque hemos comprendido que somos nuestra propia fuente de felicidad infinita y que estar con alguien debe ser solo motivo de que nos gusta su compañía, pero nunca por necesidad y mucho menos por el sentimiento rastrero de que no podemos vivir sin él.
Encontrar el equilibrio es pues la mejor manera también de encontrar el amor, el amor a nosotros mismos y el amor con los demás, pues seremos capaces de apreciarles en toda su extensión de personalidad sin la necesidad de que nos complementen, sin la obsesión de que cambien esto o aquello, seremos capaces de aceptarlos tal cual, porque hemos podido hacerlo primeramente con nosotros mismos.






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