En la Edad Media ya existían las tarjetas de San Valentín, las llamadas (valentinas) se conserva una misiva amoris, que es como realmente se llama a estas cartas de amor, el Duque Carlos de Orleans, preso en la Torre de Londres, envió una misiva amoris a su amada el 14 de febrero de 1414.
Muchas personas eclesiásticas franceses quisieron cavar con la vieja tradición porque decían que era paganismo. San Francisco de Sales, aconsejaba ilustras las valentinas con motivos santos, de estos se pasó a los Ángeles y después a los Cupidos, es decir, el Dios que disparaba con su arco dos clases de flechas, unas empapadas en pócimas que inspiraban un amor apasionado y otras que transmitían un amor sereno y sano.
Las valentinas estaban dibujadas a mano y eran mas grandes que ahora las actuales. En esa época se vendían bien y para la redacción de las cartas de amos se publicó una serie de libros para que los enamorados pudiesen tener una referencia a la hora de escribir su valentina a su amada. Las valentinas se hicieron cada vez más sofisticadas y más caras, se podían vender hasta 40 dólares, que en esa época era, todo una fortuna.
Se hacian de oro siii jaajajja
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