La bola de cristal

       

La bola de cristal consiste en una esfera cristalina que utiliza el reflejo de la propia luz para crear imágenes en su interior. No todo el mundo sabe utilizarla, ya que es algo bastante complejo y es necesario que la persona que realice la consulta con este elemento este totalmente y bajo una profunda concentración.

Podemos decir que la bola de cristal es un buen catalizador para las personas sensibles e intuitivas y sobre todo para las personas con facultades extrasensoriales. Deben ser de material puro tanto la esfera como el propio soporte, esto es importante porque contribuyen a una mejor visión.

Otras de las características de la bola de cristal, es usar una bola que dentro de la propia esfera tenga unas pequeñas burbujas, estas pueden ayudar a canalizar ciertas fuerzas, ayudándonos ahorrar energía en la propia consulta y a tener una visión más certera de la consulta.

La bola debe estar puesta encima de un mantel blanco o como hacían las antiguas brujas, sobre un mantel de terciopelo negro, para así, evitar los reflejos.

Antes de cualquier consulta hay que calentar la bola, con fuego o simplemente frotándola con las propias manos antes de colocarla en su soporte.

Este elemento se remonta a la edad de los egipcios, donde ya los sacerdotes fabricaban sus bolas de minerales o metales, donde en voz alta y delante de los presentes formulaban preguntas, esperando a que sus dioses diesen respuesta.

La tercera bola de cristal más grande del mundo se encuentra en el museo de Penn y su propietaria fue la emperatriz china Cixi durante la dinastía Qing.

El gran célebre John Dee gran parte de su vida se dedicó entre otras cosas a la alquimia, siendo la bola de cristal unas de sus herramientas de trabajo más memorable.

En 2000

a.C los druidas ya usaban la bola de cristal como método de clarividencia donde podían ver el pasado, presente y futuro de los consultantes.