1 Basarse en una comunicación totalmente transparente, les
surgirán muchas preguntas, sobre todo a la persona traicionada, teniendo que
estar dispuesta la otra parte para contestar con total apertura. Esta nueva
etapa en la relación debe ser totalmente transparente, centrada en la
sinceridad.
2 ¿Estás dispuesto a perdonar? Hay que plantearse el hecho
de si se está dispuesto a perdonar por completo y poder continuar adelante con
la relación. No todo el mundo tiene la misma capacidad de dejar el pasado atrás
y construir un presente y futuro nuevo.
3 Buscar qué os ha llevado ahí, estar dispuestos a
recapacitar sobre los problemas de la relación que han llevado a que una de las
personas haya decidido ser infiel, detalle que radica en un análisis muy
profundo y muy dura para ambas partes.
4 Reconstruir la relación, afrontar el trabajo, elaboración
y reconstrucción de todos esos puntos, llegando a acuerdos, aprendiendo a
negociar, o plantear nuevas bases para cimentar la nueva relación en conceptos
claros y justos para los dos.
5 Nuevas normas de comunicación, instaurar nuevas normas de
comunicación y de funcionamiento de la pareja en la que ambos se dediquen
tiempo y sepan alimentarla para no esperar a que una crisis les haga abrir los
ojos de nuevo, esa crisis siempre estaba presente antes pero ambas partes la
van negando o solapando.
6 Pasar página, una vez resueltas y aclaradas todas las
dudas sobre lo acontecido acordar cerrar ese capítulo para poder mirar hacia
delante y no utilizarlo como arma arrojadiza en futuras discusiones, en toda
relación tiene que haberlas y el problema es saber cómo manejarlas, no
evitarlas y crear un poso de rencores.
7 Conocerse de nuevo, aprender de nuevo a preguntar, a
hablar, consultar en lugar de pensar por el otro, cuando una relación tiene un
recorrido de tiempo acostumbrados a dar muchas cosas por hechas en lugar de
exponerlas abiertamente y debatirlas con el otro.
Pese al largo y duro trabajo por el que hay que pasar para
que una pareja supere una crisis detonada por una infidelidad, son muchas las
que consiguen afianzar sus cimientos personales y compartidos, retomar la
ilusión por contar con el otro, hacer más cosas juntos, poner en común planes e
ilusiones, logrando superarlo, pero también son muchos los casos en los que
alguna de las partes es incapaz de afrontarlo y esto supone la ruptura
definitiva de la relación.
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