lunes, 19 de marzo de 2018

SINTONIZAR CON LOS HIJOS EN EL TAROT


A lo largo de la dilatada experiencia que proporciona la dedicación a echar las cartas del tarot hemos visto y escuchado cuánto sufrimiento y cuántas dudas causa la educación de los hijos. Son muchas las consultas y las situaciones similares al problema que los hijos plantean en cada momento de la vida. En  las consultas del tarot se puede ver la razón que motiva muchas  actitudes y reacciones; las causas del fracaso en muchas ocasiones aparentes y en otras reales.
En el fondo de todas ellas suele haber una situación creada por algo que parece muy sencillo y que a los padres a veces les resulta muy difícil: el reconocimiento real y sincero por parte de los padres, de la personalidad de su hijo. El tarot nos habla siempre de la persona, y desde luego cada uno de nosotros somos distintos de otros, es por ello que en las tiradas de cartas del tarot se aprecia la resistencia de algunos padres a aceptar lo que les separa de la personalidad, del hijo como ser distinto y que desea manifestarse como tal y que no sabe de su futuro camino más que una cosa: que lo ha de buscar en oposición, rechazando abiertamente las opiniones de los padres.
Para desvelar los problemas de los adolescentes, las cartas del tarot desvelan los primeros días del ser humano haciendo un exhaustivo recorrido por todos los pensamientos e inquietudes a lo largo de la vida de lo que tanto viene preocupando a los padres.
Todo amor contiene una dosis más o menos grande de egoísmo, y las cartas del tarot nos dirán si ese amor impone a los hijos una auténtica servidumbre, que entre adultos tiene su expresión en múltiples facetas de la posesión o los celos. El tarot como guía que se nos dice que el amor entre padres e hijos surge como fruto de un acto cuya responsabilidad cae por tanto en los padres. Las cartas del Tarot son siempre objetivas dando a entender a los padres que no se debe esperar recompensa alguna de los hijos y que la deuda debería ser del mismo modo que la que contrajimos con nuestros padres.

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