¿Casualidad o destino?
Lidia vivía en Madrid, España, pero pasó un año en Argentina por motivos de placer, ya que a Lidia le encantaba viajar. Allí, pasadas un par de semanas, conoció a Ramón. Un chico muy apuesto quien se dedicó a mostrarle las costumbres y tradiciones de su país.
Desde el primer momento ambos se gustaron y con el paso de los días surgió una fuerte amistad, la cual, aunque ninguno quería admitirlo, estaba convirtiéndose en algo más a un ritmo bastante acelerado.
Por fin, un día Ramón reunió el valor para invitar a Lidia a cenar una noche juntos. Ella no se lo pensó mucho y respondió que sí. La noche de la cita todo fue como la seda. Como solía suceder entre ellos, mantuvieron una conversación agradable y animada durante toda la cena. Y cuando llegó el momento de despedirse, Ramón volvió a sacar el valor para confesarle a Lidia que lo que sentía por ella era más que una simple amistad.
Ella, tímida, admitió que sentía lo mismo por Ramón. Y en ese momento comenzaron una relación en la que ambos fueron muy felices. Pero la estancia de Lidia en Argentina lamentablemente un día tendría que llegar a su fin. Aunque la distancia no iba a interponerse en su relación. No estaban dispuestos a ello. Por eso cuando Lidia tuvo que regresar a su país por temas de trabajo, la relación continuó a distancia. Estuvieron muchos meses comunicándose por mensaje y llamada.
De vuelta en Madrid
Los días fueron pasando y aunque Lidia y Ramón se mandaban mensajes de texto cada hora y se llamaban todos los días por la mañana para preguntar cómo habían pasado la noche y desearse un buen día, y por la noche para preguntarse cómo había ido el día y desearse una buena noche, Lidia no podía evitar sentirse muy sola sin Ramón.
Pero ella siempre trataba de mantenerse positiva y vivir para el día en el que por fin ella y Ramón pudieran estar juntos otra vez. Poder ver sus hermosos ojos verdes otra vez, acariciar su cabello y oler su perfume. Es por esta razón que Lidia decidió comenzar a ahorrar algo de dinero extra para poder ir a visitar a Ramón en vacaciones
¡Llegó el momento!
Pero justo cuando iba a llamar pensó en darle una sorpresa y simplemente viajar a Argentina e ir a su casa, puesto que ella aún tenía las llaves.
Puso el plan en marcha y se presentó en casa de Ramón. Entró sigilosa para darle una sorpresa, pero de pronto, empezó a escuchar risas que provenían del dormitorio. Muy extrañada se acercó y entro en el dormitorio y encontró a Ramón con una chica en la cama.
En ese momento Ramón quiso dar explicaciones, pero Lidia simplemente se dio la vuelta y se marchó de la casa de Ramón para no volver nunca más ni a su casa ni a Argentina.
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