jueves, 17 de junio de 2021

No existe el Amor, Marc y Rosa

 


Rosa era una mujer divorciada que necesitaba un cambio en su vida.

Un duro divorcio


Rosa había vivido una bonita vida, hasta el momento en el que su marido la dejo por otra más joven que ella. Desde el instante en que se enteró de que su marido quería el divorcio, se le vino el mundo encima.

Pero aún se sintió peor cuando se enteró de que el motivo era que José (su marido), había estado viviendo una larga aventura con una chica 10 años más joven que ella y, según él, se había enamorado de su amante. Rosa no daba crédito a lo que le estaba pasando. 15 años de un matrimonio que a pesar de sus altibajos, había sido bonito y feliz, tirados directamente a la basura.

Una larga depresión


Después del divorcio,
comenzó a descuidarse, a olvidarse de sí misma… le costó mucho superar lo que su marido la había hecho. Su vida se convirtió en una rutina aburrida y monótona. Lo único que le proporcionaba algo de alegría eran sus dos hijas. Pero ellas ya eran lo bastante mayores para comenzar a construirse una vida, por lo que no pasaban mucho tiempo juntas.

Dos buenas amigas

Aunque, por suerte, no estaba sola del todo, ya que sus dos amigas de toda la vida le brindaban todo el apoyo que podían. La animaban a salir y a que poco a poco recuperarse su vida. Un par de años después del divorcio, Rosa parecía volver a sonreír con ilusión, cosa que a sus amigas les alegraba mucho, aunque aún no sabían qué era lo que en realidad había hecho que Rosa volviera a ser feliz. La razón de esta nueva felicidad era que hacia unas semanas que estaba viviendo una aventura con un chico llamado Marc.

Un chico que la hizo sentir una mujer

Rosa no le había dicho nada aún a sus amigas porque él era más joven que ella, pero desde que se conocieron, Rosa se sentía como nunca antes. Ni siquiera en todos sus años de matrimonio se había sentido tan viva y llena de satisfacción. Marc era dulce, atento, cariñoso… la trataba como si fuese una reina, la hacía sentir especial, como si fuera la única mujer en la tierra y parecía que él solo tenía ojos para ella.

Un auténtico idilio

Juntos hacían de todo y se veían casi todos los días. Cenaban, paseaban, visitaban lugares nuevos y, por supuesto, pasaban apasionadas noches juntos. Rosa se sentía como si tuviera de nuevo veinte años. Casi no daba crédito a lo que estaba viviendo.

Cuando se despedían, Rosa no podía esperar a la siguiente vez que se vieran. Por suerte para ella, podían hablar por chat y por teléfono. Las noches que no dormían juntos ella acababa soñando con Marc.

Cuando estaban junto, Rosa prácticamente se olvidaba de la diferencia de edad que había entre ellos. Ella solo podía pensar en lo maravilloso y maduro que Marc era para su edad y lo bien que la hacía sentir a ella.

Un aniversario


Cuando solo faltaba una semana para cumplir todo un año de relación, a Rosa se le ocurrió que tal vez sería bonito celebrar ese aniversario que para ella era tan especial, ya que
gracias a Marc ella había vuelto a vivir de una forma que no lo había hecho desde el divorcio de su marido.

Cuando se lo comentó a Marc él reaccionó de forma que parecía haberle hecho bastante ilusión. Pero un par de días después, sin motivo alguno, Marc dejó de responder a los mensajes y llamadas de Rosa durante todo un día. Ella cada vez se preocupaba más. Lo que Rosa creía era que Marc había tenido algún tipo de problema, y que por eso no contestaba. Así que decidió ir a casa de su amante y pareja para ver qué había pasado. Pero no le encontró allí.

Por fin una respuesta

Algunos días después, Marc por fin contestó a uno de los cientos de mensajes de Rosa. Así fue como ella descubrió que Marc tenía pareja formal y durante la conversación él la explicó que lo sentía, pero que ya no la quería y que se iba a casar con la chica que era su pareja desde hacía ya un par de meses.

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