María y Raúl tenían un destino del que no iban a poder apartarse. María ya había sufrido bastante y ahora era el momento de compensarla.
No Volver a Enamorarse
María acababa de pasar por una ruptura muy dolorosa. Pero había decidido que ya no iba a sufrir más. Esta no había sido la única ruptura por la que había pasado. Y cada una de ellas había sido más dolorosa que la anterior.
Por eso, había tomado la decisión de no volver a enamorarse. A partir de ese momento viviría su vida sola, pero siguiendo sus propias reglas. Nadie más iba a condicionar su vida en ningún sentido.
Estaba harta de celosos, de hombres que no le prestaban la atención que ella merecía y la infidelidad del último había sido la gota que había colmado el vaso. Comenzó a arreglarse y a salir por ahí a divertirse y disfrutar de la vida como no lo había hecho antes.
María era una chica muy hermosa y atraía las miradas de muchos. Pero no importaba cuantos intentaran ligar con ella, ni lo caballerosos y atentos que pareciesen. Ella tenía la certeza de que detrás de esa máscara de príncipe encantador no había más que un sapo que no merecía ni un segundo de su tiempo.
El destino es Caprichoso
María no pudo evitar mantener la vista fija en él durante unos segundos, y después continuó con sus asuntos. Pero un par de minutos después ese mismo chico la saludó y se presentó. Su nombre era Raúl e iba a ser un compañero nuevo.
Ella le dijo su nombre y le ofreció su ayuda para lo que necesitara. Para eso están los compañeros. Cuando ya llevaban un tiempo trabajando juntos, ella se dio cuenta de que él era un chico bastante agradable. Además de respetuoso y atento. Con el tiempo comenzó a nacer una agradable relación de amistad.
Será Mejor Distanciarse
Cuando Raúl se marchó, ella empezó a pensar en un futuro en el que él no estuviera. Entonces comenzó a sentir un nudo en la garganta. En ese momento lo único que fue capaz de hacer fue suspirar. ¿Ahora cómo iba a manejar esa situación? Por la mañana fue a trabajar como siempre. Pero aún no sabía como reaccionar cuando le viera a él. Pensó que la mejor manera sería comenzar a distanciarse. Y así lo hizo.
María y Raúl Un Sentimiento Mutuo
Un día Raúl la preguntó si todo iba bien. Porque hacía ya un tiempo que casi no le hablaba. También le dijo que la notaba bastante triste.
Ella respondió que no era asunto suyo y continuó con sus tareas. Después de un rato de insistir, Raúl por fin le dijo que hacia ya un tiempo que sentía algo muy especial por ella y que no quería que su relación se estropease.
En ese momento, ella le miró y sin querer se le escapó que ella también se había enamorado de él. Después le preguntó sobre su cita de aquella noche. Entonces él se rio y respondió que él dijo que había quedado con alguien, no con una chica.
No fue necesaria ni una sola palabra más. Y basta con decir que esta relación sería la que compensase todos los años de relaciones fallidas y decepcionantes que María había vivido en el pasado.
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